Encontrar la vitamina D, como tantas otras, es fundamental para el correcto funcionamiento de nuestro organismo. Es necesaria para mantenernos con buena salud y con unos huesos fuertes, ya que ayuda a absorber el calcio de los alimentos en las áreas óseas.
Este tipo de vitamina D también es importante para que los músculos se puedan mover correctamente, para evitar calambres, para combatir los virus en el caso del sistema inmunitario, o para ayudar a las personas adultas contra la osteoporosis. Por eso es tan importante saber dónde podemos encontrarla.
1.- Pescado: el pescado crudo tiene mucha más vitamina D que el pescado cocido, por lo que si eres una amante del sushi, estás de enhorabuena. Si un adulto tiene que ingerir al día entre 600 y 800 unidades internacionales (UI) de vitamina D, algunos pescados, como el arenque del Atlántico, proporciona él solito 1628 UI por 100 gramos.
2.- Productos lácteos: la leche ya tiene calcio de por sí, pero conviene, en la medida de lo posible, fortificarlo aún más comprando leche rica en vitamina D. Puede aportar hasta 52 UI por cada 100 gramos. El queso o la mantequilla también ayudan.
3.- Huevos: además de proteínas, los huevos son ricos en vitamina D. Un huevo mediano puede llegar a aportar 37 UI por 100 gramos.
4.- Conservas de atún: este alimento, al ser pescado, tiene un gran aporte en vitamina D. Para que te hagas una idea, en un sándwich de atún en aceite de oliva puedes llegar a tener el 25% de toda la vitamina D que necesitas durante un día.
5.- Aceites de hígado de pescado: aunque resulte extraño, el aceite de hígado de pescado, como el de bacalao, también aporta una gran dosis de vitamina D.
Una sola cucharada aporta más de 1300 UI, lo que supone prácticamente dos veces más de lo que necesitas cada día. Así que, con moderación, que los excesos en este terreno tampoco son buenos.