Con la entrada del otoño, nuestro cuerpo tiene que adaptarse a cambios de temperatura y de luz. Podemos sufrir una astenia otoñal, caracterizada por una somnolencia o falta de energía dado el descenso de horas de luz y la menor incidencia del sol.
Para enfrentarnos a estos cambios y sentirnos con más energía, debemos nutrirnos adecuadamente y adaptar nuestra nutrición a nuevos requerimientos de nuestro cuerpo. Algunos de los alimentos ideales en otoño e invierno son estos:
Pequeños pescados azules: como pueden ser las sardinas, las caballas o las anchoas. Su elevado contenido de minerales es ideal para reforzar nuestras defensas y subir nuestro nivel energético.
Además, son muy buenos para el colesterol gracias a su contenido en Omega 3. Se recomienda comer este pescado al menos dos veces por semana.
Salmonetes: la mejor temporada del salmonete es precisamente entre octubre y noviembre. Aprovecha esta época para disfrutar de este rico y saludable pescado.
Legumbres: estas son un clásico en los platos de otoño. Es un alimento muy completo y saludable, que además preparados en un buen plato de cuchara calentito mejoran la digestión y elevan el buen humor y la alegría en los meses más fríos.
Arroz integral: es más nutritivo que el blanco y más saciante. Proporciona buenas dosis de energía y favorecen el bienestar emocional.
Jamón de bellota: contiene un 55% de ácidos oleicos mono insaturados, algo que favorece al colesterol. Es la grasa animal más saludable de todas y es beneficiosa para el corazón.
Chocolate: precisamente para combatir los estados de ánimo más abatidos característicos de las astenias, el chocolate puro (o como mínimo de un 60%) mejora el humor, además de ser muy saludable su ingesta (dos veces por semana es suficiente).
Pulpo y berberechos: el otoño es la mejor época del pulpo y es cuando empieza la temporada del berberecho. Disfruta de su sabor y de sus propiedades para la salud.