Los años 2000 nos trajeron muchas cosas buenas y otras no tanto como, por ejemplo, la eliminación de las riñoneras de nuestros outfit habituales. Quedaron relegadas por mochilas, bandoleras de todo tipo o, directamente, por el minimalismo para llevar nuestras cosas en los bolsillos. Pero ahora han vuelto.
Las hombreras, las camisas y chaquetas vaqueras, los parches en las camisas… si alguien no se ha dado cuenta aún de que los 80 y los 90 han vuelto de nuevo para quedarse en las postrimeras de la segunda década del S.XXI es que está escondido en algún búnker.
La historia de las riñoneras está íntimamente ligada con la televisión, puesto que no es hasta principios de los 90 cuando este complemento empieza a salir en algunas series de televisión norteamericanas, que hacen que sus ventas se catapulten y se conviertan en tendencia. A ello se une, además, diseños de los diseñadores más importantes, como Vuitton o Gucci, que crean su propio concepto de riñonera.
Sin embargo, en los primeros años de los 2000 la riñonera dejó de usarse. Las tribus urbanas que las solían llevar y que eran parte de que su llama se mantuviera activa en la sociedad dejaron de utilizarlas, y pasaron a mejor vida. Hasta ahora.
En 2017 vuelven las riñoneras como siempre te habían gustado. Ahora ya no te tienes que cortar por llevar una de ellas y llevar dentro las tarjetas de crédito, los documentos de identificación o esas monedillas sueltas. Puedes ir por la calle bien orgullosa con tu riñonera en la cintura.
Además, algunas marcas ya están aprovechando para hacer diseños curiosos cuanto menos. Uno de ellos es el que hace a la riñonera parte de la barriga masculina, de tal manera que parezca una extensión de la misma. Original sí es, no sabemos si muy estético también, pero mucho nos tememos que no es así.