Hay veces que no te apetece ir al gimnasio, bien por vagancia o bien porque no puedes ir a tu hora correspondiente y lo dejas para otro momento, ¿verdad? Si esto es así, te vamos a dar una noticia que puede cambiar tu vida: una copa de vino puede sustituir al gimnasio.
No es uno sino dos, los estudios que han demostrado que un consumo moderado de vino puede ser bueno para nuestro corazón. Eso sí, advierten también de que por un consumo moderado se entiende una o dos copas al día, siempre y cuando sean de vino tinto.
En el primero de estos estudios, realizado por la Universidad de Alberta, los científicos estudiaron cómo el resveratrol, un compuesto químico que está presente en el vino, influye en nuestro organismo.
Por ejemplo, en las pruebas que realizaron con roedores, vieron que funcionaba como anticancerígeno y antiinflamatorio, aunque tendrían que tomarse cantidades muy altas de este compuesto para que hiciera algún efecto.
Sin embargo, donde parece que hace más efecto es en el ámbito deportivo, ya que el resveratrol tendría los mismos efectos en el organismo que un entrenamiento. Así que imagínate que en un momento dado inventen unas pastillas con este compuesto que, al ingerirlas, te sirvan como sustitutivo del gimnasio.
En otro estudio realizado con 146 personas, un investigador mantuvo a los participantes ingiriendo una copa de vino tinto por un lado, y de blanco, por otro durante todo un año.
Al final del mismo, vio que únicamente el colesterol malo se redujo por igual en los dos grupos pero, en los que bebieron vino y además hicieron deporte dos veces por semana, el colesterol bueno aumentó y el malo disminuyó.
Así que, quién sabe, igual de aquí a unos años se hace realidad el sueño de muchas personas sedentarias y con solo una pastilla logran estar en forma. ¿Lo veremos?