Llegados a este momento del año en el que ya habrás hecho un gran esfuerzo para llegar en forma hasta aquí, es conveniente que te apuntes una serie de consejos para no saltarte tu dieta y estropear el trabajo que has realizado hasta ahora.
1.- Reduce la ansiedad: uno de los principales problemas cuando haces dieta es que vives con una mayor ansiedad por comer.
Si te han quitado los dulces de tus hábitos diarios, que sería lo más normal, tendrás ansiedad por picar algo con azúcar.
Cuando llegue este momento, la recomendación es no caer en la tentación de comer chocolates azucarados, sino acudir a frutas o gelatinas, que te pueden ayudar a saciar esos momentos delicados.
2.- Snacks en la cocina: en ocasiones, cuando te entra esa gula por comer algo que no puedes porque estás a dieta, acudes a los lugares secretos de la cocina, donde siempre guardas unas patatas fritas o algo con lo que picar.
¿Y si en esos sitios ahora metieras snacks saludables? Imagínate que, en lugar de una bolsa de patatas, hay una bolsa de zanahorias y que, en lugar de comerte media bolsa de patatas fritas, te comes un par de zanahorias. Todo mucho mejor.
3.- Agua, tu mejor aliada: aunque estemos en verano y lo que te apetezca sea tomar unas cervecitas en la terraza, has de saber que no son lo mejor para tu dieta.
Por eso, lo que debes hacer es continuar siendo fiel a tu botella de agua. Llévala allá donde vayas y echa un buen trago aunque no tengas sed.
4.- Come despacio: si has hecho una dieta, seguro que un nutricionista te lo ha dicho: come despacio. Esto es importante porque así el estómago podrá mandar la orden de parar al cerebro cuando ya se encuentre saciado. Si comes rápido, no le das tiempo a reaccionar hasta que ya es demasiado tarde y estás a reventar.