Esta Nochevieja toca comer las 12 uvas de la suerte. Pero nuestra suerte, sobre todo en cuanto a salud se refiere, también podría mejorar si nos acostumbráramos a comer uvas todos los días, y no solo en ocasiones puntuales como puede ser la noche de fin de año.
Las uvas tienen diferentes propiedades según su color. Nos centraremos en las propiedades de las verdes, ya que se pueden encontrar todo el año y son las protagonistas de esta costumbre española.
Costumbre cuyo origen puede darse por dos motivos: el primero pudo surgir en 1882 como una acción crítica del pueblo hacía la burguesía que en Nochevieja cenaba con uvas y champán; y el segundo motivo podría haber surgido por aprovechar una magnifica cosecha de uvas que se dio en 1909. El marketing se encargó de promocionarlas como uvas de la suerte.
Sea el origen que sea, tomar uvas siempre es una buena opción por estos seis motivos:
Aparato digestivo sano: gracias a no tener sodio ni colesterol, beneficia al funcionamiento de los riñones, los intestinos y el hígado.
Reconstruye tejidos corporales: el potasio y el hierro que contienen las uvas ayudan a fortalecer y regenerar los tejidos de nuestro cuerpo, en especial del corazón.
Contra el cáncer: previene el cáncer de colon y de próstata, gracias a estos componentes que contienen: las catequinas y el resveratrol.
Combate el alzhéimer: estos mismos componentes son antioxidantes y junto a la vitamina B1 ayudan a conservar los tejidos del cerebro en buen estado.
Fortalece huesos: las uvas son ricas en vitamina k y B1, muy beneficiosas para los tejidos óseos.
Mejoran el ánimo: al contener vitamina B6, actúan sobre las conexiones químicas con las células nerviosas y las hormonas que regulan los estados de ánimo.
