Cuando llega la media mañana y tu estómago empieza a rugir lo primero que haces es ir a la nevera y picar lo primero que encuentras, ¿verdad? Esto es un error de principiante si tu objetivo es no pasar hambre pero también no ganar peso. Esto es lo que puedes hacer:
Está demostrado que aquellas personas que no desayunan bien engordan más, por el simple motivo de que a media mañana se tienen que ir a picar a la nevera, o bajarse al bar a tomar un pincho de tortilla o una tostada con mantequilla y mermelada en el mejor de los casos.
Sin embargo, hay determinados alimentos que sí que puedes ingerir a esa hora entre el desayuno y la comida, o entre la comida y la cena. Son los denominados snacks saludables, y están ahí para ayudarte.
Para el almuerzo: puedes tomar barritas de cereales, yogures o fruta. También puedes prepararte un sándwich que no sea muy calórico, por ejemplo, de queso con tomate, de pavo, vegetal…. Para llenar un poco más la barriga, puedes añadir al yogur unos frutos secos o fruta.
Para la merienda: que no falte el café y un par de galletas. Eso sí, solo un par, que ya nos conocemos y al final empiezas con dos y acabas con todo el paquete emulando a cuando eras un crío.
También puedes recurrir a las barritas de cereales o tomar queso de burgos con jamón york, pavo, tomate o mermelada.
Además de todo esto que te hemos indicado, las frutas y las verduras son tus aliadas. Recuerda llevar siempre una fruta en el bolso, o una zanahoria con un poco de pavo para los almuerzos. Con ellas no habrá ningún problema y podrás comer todas las que quieras, puesto que te quitarán el hambre de un plumazo y no engordarás.