Si no consigues el bronceado ideal que buscas en tu rostro este verano, no te preocupes. Puedes acudir a profesionales que te enseñarán todos los trucos que darán un toque diferente a tu belleza o tirar de los polvos bronceadores. Para usarlos adecuadamente y conseguir un aspecto natural, te damos seis trucos:
Imita al sol: debes aplicar los polvos bronceadores precisamente en los puntos de tu rostro (pómulos, sienes, barbilla, frente…), en el cuello y en las clavículas, donde realmente incidiría el sol. En algunas ocasiones también hay que considerar orejas y nuca para un perfecto acabado natural.
Poco a poco: si quieres un buen resultado, dedica tiempo. Debes ir aplicando poca cantidad y en un movimiento circular, añadiendo poco a poco donde quieras intensificar el tono (que debe ser un tono más oscuro que el color de tu piel). Es muy importante, además, difuminar para evitar transiciones bruscas.
Satinados: no utilices polvos mate, y opta por los que tengan diferentes matices para dar un toque más natural y vital al tono de tu piel. La clave: matices rosados para pieles claras, dorados para aceitunadas y cobrizos para las oscuras.
Brochas amplias: como se quiere cubrir zonas amplias de rosto, lo ideal es usar brochas grandes o tipo kabuki. Las fibras de la brocha no deben estar demasiado compactas. Tienes que sentir que estén un poco sueltas.
Prepara tu rostro antes: limpia tu piel y aplica un tratamiento hidratante. Una vez hidratada, aplica corrector y base de maquillaje. Muchos maquilladores recomiendan distribuir una capa de polvo traslúcido antes de aplicar el polvo solar.
El 3 mágico: aplica el polvo de modo continuo desde la raíz del pelo de la frente, baja por la sien hasta debajo del pómulo, y luego continúa hasta la barbilla. Es como si dibujaras un 3 en el lateral de tu rostro. Y no olvides aplicar en el cuello: baja por él y crea una forma triangular que siempre estiliza.