Si ya estás agotada de utilizar siempre las mismas cremas para la cara y las manos, que no hacen más que dejarte la piel poco hidratada, tienes que probar esta nueva opción que te presentamos aquí: la manteca de karité.
De origen africano, la manteca de karité ha estado siempre presente en nuestras vidas, pero, quizás, no le habíamos dado la importancia que realmente tiene.
Sus propiedades son numerosas, y superan de manera amplia la de las cremas fabricadas de manera industrial. Apunta las ventajas que puedes tener si usas la manteca de karité en tu vida:
1.- Hidrata más: debido a sus propiedades naturales y vegetales, la manteca de karité se funde mejor con la piel y no deja residuos químicos, integrándose plenamente en las capas profundas de la dermis y, por tanto, siendo mucho más efectiva.
2.- Más humedad: al ser una manteca natural, genera una barrera que impide que la humedad de la piel se vaya con tanta facilidad, durando más tiempo y, por consecuente, teniendo que utilizar menos que otro tipo de cremas.
3.- En herbolarios: la puedes encontrar en herbolarios y en lugares de cosméticos naturales. Su precio, además, es inferior al de otro tipo de cremas, precisamente porque es más efectiva y tienes que usar menos cada vez.
4.- Aplicación nocturna: la manteca de karité es perfecta para aplicarla por la noche. Es en ese momento cuando el cuerpo se regenera y la piel recupera su esplendor.
Además, como es un poco grasa, por la noche molesta menos que si te la echas durante el día.
5.- Aplicable al cabello: a diferencia de otras cremas, la manteca de karité la puedes aplicar a las puntas del cabello.
Lo más fácil es hacer una mascarilla para utilizarla, por ejemplo, al salir de la ducha, que es uno de los momentos más delicados para el cuero cabelludo.
