Nos gusta mucho hablar sobre los valores nutricionales de las frutas y descubriros frutas menos habituales que empiezan a verse más a menudo en el mercado, como el tamarindo.
Cada vez estamos más conectados y esto también se refleja en nuestra dieta, puesto que vamos descubriendo otros alimentos muy interesantes en cuanto a valores nutricionales. Y cuanta más variada sea nuestra dieta, mejor para nuestra salud, así que por qué no probar cosas nuevas.
En este caso queremos hablaros del tamarindo, una fruta nativa de África pero que se ha extendido por todo el mundo. Su consumo es más acentuado en Asia y en Sudamérica, y de hecho fueron los conquistadores españoles y portugueses quienes lo llevaron allí en el siglo XVI.
El tamarindo es destacable por su rico sabor agridulce, su capacidad nutricional llena de vitaminas y minerales, además de ser conocido por su gran cantidad de propiedades curativas. Tanto la pulpa, como las hojas y la corteza tienen un poder terapéutico (aunque no es recomendable para personas con diabetes).
Se utiliza tanto para salsas (por ejemplo en Asia se usa para realizar salsa agridulce), postres, infusiones o incluso para realizar saludables zumos. Estas son algunas de sus propiedades para la salud:
Laxante: es un perfecto laxante natural, ya que depura el organismo y ayuda a eliminar las toxinas acumuladas en tu cuerpo. Además, tiene un importante efecto diurético, reduciendo la retención de líquidos y cuidando los riñones.
Apetito: aumenta el apetito ya que tiene la capacidad de acelerar el metabolismo.
Estómago: es un gran aliado de la salud digestiva. Es ideal para evitar y eliminar flatulencias y gases, además de ayudar a la hora de tratar cólicos.
Antiinflamatorio: reduce inflamaciones de modo que también alivia dolores articulares y musculares.
Reduce el colesterol: reduce los niveles de colesterol en sangre y regula la presión arterial.
Hígado: el tamarindo es ideal para cuidar tu hígado.
