Una de las sensaciones más desagradables que existen es la digestión pesada de los alimentos una vez has tenido una comida copiosa. Sin embargo, también hay veces en las que sientes esa pesadez pero no sabes muy bien por qué es. Aquí tienes algunos trucos para evitar este problema.
1.- Mejor sin grasas: las comidas más copiosas en grasas son las que peor se digieren. ¿Acaso no has tenido pesadez después de comer cordero, por ejemplo? Lo mejor que puedes hacer si sufres problemas de digestión es decirle adiós a las grasas y verás cómo notas la diferencia en poco tiempo.
2.- Come limpio: cuando decimos que comas limpio nos referimos precisamente al punto anterior: comer sin grasas, sin azúcares blancos refinados, embutidos y otros tipos de carnes procesadas que no aportarán demasiados nutrientes a tu organismo.
3.- Mastica mejor: uno de los peores males de nuestra sociedad es tener prisa en la vida diaria y eso nos hace comer más rápido y peor. Este es uno de los principales problemas.
Cuanto más deglutidos estén los alimentos al llegar al estómago, menos trabajo tendrá que hacer este y, por tanto, menos esfuerzo, lo que se traducirá en que la digestión se hará de una manera más rápida y menos pesada.
4.- Come fibra: la puedes comer en distintas formas: a través de los clásicos cereales con fibra o a través de las frutas y las verduras.
La fibra la puedes encontrar en forma abundante en la lechuga, las acelgas, las manzanas, la avena o las ciruelas, y es fantástica para regular tu tránsito intestinal y evitar esas largas y tediosas digestiones.
5.- Bebe más agua: una de las principales ventajas de beber más agua es que te saciarás antes y, por tanto, comerás menos y con menos ansiedad. Podríamos decir que es, casi, el líquido mágico.
